La Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo investiga como certificar los valores inmateriales y espirituales de los bosques
Investigadores de la EE Forestal desenvuelven una metodología dirigida a certificar valores inmateriales de los bosques que pondrán a prueba en masas forestales del Camino de Santiago
La conservación de los bosques implica numerosos beneficios, a los que se suman otros de carácter inmaterial como los ligados al ocio y bienestar del ser humano. Investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal de Vigo trabajan en el desarrollo de una metodología dirigida a certificar los valores inmateriales o espirituales ligados a los bosques, que tratarán de poner a prueba en masas forestales ligadas al Camino de Santiago. El grupo de investigación AF-4 cuenta con la ayuda a la innovación del IV Plan Social Ence Pontevedra.
Enrique Valero, el investigador principal, indica que se trata de “conseguir en un futuro una certificación forestal de los bienes inmateriales e intangibles de los bosques”. El proyecto toma como punto de partida los Criterios de la Gestión Forestal Sostenible, definidos en la conferencia interministerial del Helsinki. El objetivo principal de este proyecto es el desarrollo de una metodología que garantice “la consideración de aspectos sociales, culturales y espirituales que las masas arbóreas proporcionan a los usuarios que las visitan”. Para lograrlo deberán definir un conjunto de indicadores que permitan evaluar si una masa forestal o un tramo de bosque cumplen una serie de criterios que permitan reconocerlos “como de excelencia” a través de una certificación, al igual que otros productos derivados de los bosques son reconocidos con certificaciones como PEFC.
“Tenemos que proponer indicadores y ver en que medida se pueden computan”, explica Valero. La idea es valorar aspectos ligados a la calidad, al paisaje o el recreo, lo que hará que sea preciso evaluar, añade, una amplia serie de aspectos, desde la calidad del aire a la propia “experiencia emocional”, pasando por las “experiencias cumbre en las visitas a los bosques” o porque no existan “elementos distorsionadores”, visuales o acústicos, en el trecho a certificar, sino que se trata “de un entorno paisajístico de calidad”.
Tratarán de vincularlas con el Camino de Santiago, en el que se insieren “recorridos a través de las masas forestales que tienen multitud de usuarios, a los que tienes de alguna manera que garantizar la sostenibilidad de esa experiencia”, apunta Valero. En ese sentido, la idea es tratar en un primer momento, de aplicar la metodología “en masas forestales gestionadas por Ence, si puede ser, próximas o en el entorno de los Caminos de Santiago”. El objetivo final, añade, es tratar de generar “una metodología replicable” y aplicable en el futuro a diferentes tipos de masas forestales, lo que, como recoge la memoria del proyecto, contribuiría tanto a su conservación, como a la generación de empleo y al desarrollo de las zonas rurales.