Un estudio de la Universidad de Vigo concluye que la gestión forestal agrupada reduce el impacto de los incendios

Comparativa de la superficie que se vería afectada por un incendio con dos modelos de gestión analizados. / DUVI Pontevedra.

Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo explora como la agrupación de propietarios forestales podría mejorar los beneficios económicos y reducir el impacto de los incendios, en el marco del proyecto europeo Resonate.

El proyecto busca identificar estrategias para mejorar la adaptación de los bosques europeos al cambio climático. Juan Picos y Laura Alonso, responsables del estudio, analizaron la diferencia entre la “gestión habitual” de los montes gallegos, caracterizada por la existencia de numerosas parcelas de pequeñas dimensiones, con la que se podría llevar a cabo “una agrupación de propietarios forestales”.

Comparaciones entre modelos de gestión

En todos los escenarios analizados, se aumentaría la rentabilidad económica de la explotación de la madera y su “cadena de valor”, reduciendo el impacto de los incendios y los costes de recuperación. Se proponen una gestión continua “que garantiza reservas y en la que un impacto sería más fácilmente recuperable”, incluso en escenarios climáticos inciertos.

El estudio, realizado en cerca de 2000 hectáreas entre Outes y Negreira, confirmó estas ventajas en un área fragmentada con 15.000 parcelas. Los resultados se presentaron en la ciudad alemana de Bonn, en el marco del proyecto Resonate, financiado por el programa Horizonte 2020 y coordinado por el European Forest Institute, con la participación de la Universidad de Vigo.

Este proyecto busca mejorar la resiliencia de los bosques y de las actividades económicas frente a cambios climáticos, centrando este caso en el impacto de los incendios y en la cadena de valor del pino.

Con el objetivo de analizar cómo mejorar la gestión forestal mediante agrupaciones de propietarios, Picos y Alonso realizaron simulaciones comparando una “silvicultura muy básica”, con cerca del 30% de las masas abandonadas, con un modelo de “gestión conjunta”.

Este modelo incluye un “plan de gestión” más profesional, con Pinus pinaster de diferentes edades, “silvicultura preventiva y talas de mejora”, y la repoblación de más de 400 hectáreas con frondosas, “sobre todo en zonas de ribera y próximas a núcleos habitados”.

Resultados y beneficios

Estos dos modelos se compararon tanto en la situación actual como en dos de los escenarios de cambio climático definidos por el IPCC, demostrando una rentabilidad mayor con el modelo de agrupación, con un balance económico hasta cuatro veces superior con el modelo de agrupación.

Alonso explicó que esto se debe, entre otras razones, a que “se obtiene una madera de mayor calidad tecnológica” y precios más altos. Además, como añade Picos, “un reparto equilibrado” de árboles de diferentes edades garantizan existencias y talas más estables.

También se compararon los efectos de un incendio en tres escenarios climáticos. Se observó que con la gestión agrupada la superficie quemada era menor y el coste de recuperación descendía de más de 1,4 millones de euros a menos de 800.000.

Alonso destacó que este modelo permite destinar una mayor parte a bosques de frondosas “en áreas estratégicas”, reduciendo la “vulnerabilidad con respeto a los incendios”, al tiempo que resultaría beneficioso “desde el punto de vista de la biodiversidad”.

Picos subrayó que Resonate busca analizar la resiliencia “socioecológica” de los bosques. Este enfoque no solo garantiza “una producción más rentable” y con “mayor valor añadido”, sino que también genera “más empleo, mayor retorno económico” y contribuye a disminuir los efectos de los incendios.

Proyecciones futuras

Actualmente, Picos y Alonso trabajan en el análisis del coste que supondría la adaptación la este modelo y han previsto “una serie de presentaciones” con diferentes instituciones y agentes interesados en Galicia y Portugal.