“Cada copa de vino puede ser un gesto de compromiso con la tierra, el paisaje y las personas”

Conversamos con Juan José Villaverde, científico titular del CSIC y coordinador del proyecto Soil&WineResidues

Juan José Villaverde.

Soil&WineResidues es el primer proyecto del programa Interreg SUDOE coordinado por la Misión Biológica de Galicia (CSIC) y reúne a 15 socios de España, Francia y Portugal, junto a 92 entidades asociadas. La investigación, liderada por el grupo de Bioquímica y Calidad de Suelos en Santiago, apuesta por valorizar los residuos del viñedo mediante biorefinería in situ para regenerar suelos, reducir agroquímicos y promover una viticultura circular. Conversamos con el Dr. Juan José Villaverde, científico titular del CSIC y coordinador del proyecto, sobre los retos del suelo vitivinícola, las oportunidades que ofrece la biotecnología y el futuro del vino sostenible en Galicia y Europa.

– ¿Cuál fue el punto de partida o diagnóstico que motivó la creación del proyecto Soil&WineResidues?
El punto de partida del proyecto Soil&WineResidues fue la necesidad de dar respuesta a un doble diagnóstico en el sector vitivinícola. Por un lado, la enorme cantidad de residuos generados en este sector, tales como raspón, bagazo, hojas, ramas y frutos descartados. Por otro lado, al aprovechamiento poco ecoeficiente que se está haciendo de los mismos. Ante esta situación, el proyecto surge como una solución innovadora que busca valorizar esos residuos vitivinícolas in situ, es decir, sin desplazamiento a una planta de tratamiento, a través de la combinación de varios enfoques tecnológicos que permitirán, por ejemplo, convertir los residuos vitivinícolas en enmiendas orgánicas bioactivas capaces de mejorar la salud y calidad del suelo, o desarrollar productos comercializables a partir de dichos residuos (Ej. bioenergía, bioplásticos o extractos ricos en compuestos bioactivos para aplicaciones alimentarias, cosméticas o farmacéuticas).

– ¿Por qué se eligió el sector vitivinícola como ámbito de actuación para esta iniciativa?
Se eligió el sector vitivinícola porque es un sector estratégico de gran valor añadido que tiene un gran impacto a nivel económico, cultural y social, habitualmente en zonas con riesgo potencial de despoblación y envejecimiento y ya no sólo en la zona SUDOE en donde actúa Soil&WineResidues, sino también en el resto de la Unión Europea.

– ¿Cuáles son las principales amenazas que enfrenta actualmente el suelo vitivinícola en Europa, y concretamente en el sudoeste europeo?
Esta es una de las principales preguntas a las que queremos dar respuesta al término del proyecto Soil&WineResidues. Durante la primera etapa del proyecto evaluaremos el estado de los suelos vitivinícolas en 3 zonas edafoclimáticas distintas, en el sudoeste europeo y adaptaremos las actuaciones dentro del proyecto a las amenazas específicas que enfrentan cada una de estas zonas. Así, de forma general y en un sentido amplio, y dependiendo de la zona, podremos tener problemas relacionados con la falta de materia orgánica, manejo inadecuado del suelo, presencia de pesticidas, etc.

– ¿Qué diferencia a este proyecto respecto a otras iniciativas anteriores sobre conservación y recuperación del suelo?
La biorefinería multiproducto que permitirá ampliar el número de soluciones y adaptarlas a cada región edafoclimática y condiciones locales.

– ¿Qué indicadores se van a emplear para evaluar la mejora en la calidad del suelo?
Nos centraremos sobre todo en las propiedades físicas, químicas y biológicas del horizonte superficial del suelo.

– Desde una perspectiva agroecológica, ¿qué necesita un suelo vitícola para regenerarse?
De forma general y en un sentido amplio, siempre teniendo en cuenta que cada caso es distinto y que requiere un análisis específico, desde una perspectiva agroecológica, la regeneración de un suelo, sea vitivinícola o dedicado a otros usos, se puede llevar a cabo mediante el aporte de materia orgánica, la mejora del ecosistema edáfico fomentando la vida microbiana y la biodiversidad, el manejo equilibrado de nutrientes, y el uso de enmiendas y coberturas vegetales en lugar del laboreo intensivo.

– ¿Podría explicar cómo funciona el prototipo de fermentador en estado sólido y qué papel pueden jugar las enmiendas bioestimulantes y bioplaguicidas?
Es un sistema que permite realizar procesos de fermentación en ausencia de agua libre, a partir de un sustrato sólido húmedo que hace a la vez de soporte físico y aporte nutricional para los agentes fermentadores, tales como hongos, bacterias o levaduras. El desarrollo de enmiendas bioactivas mitigará la dependencia e impacto de los agroquímicos sintéticos como pesticidas y fertilizantes.

– ¿Cómo se logra en este proyecto una verdadera integración de la economía circular?
En este proyecto queremos integrar los principios de la economía circular y la ecoeficiencia para un mejor aprovechamiento de los recursos vitivinícolas, en este caso de los residuos que se generan en las explotaciones tales como raspón, bagazo, hojas, ramas y frutos descartados, de cara a lograr una gestión de residuos cero.

– Además del aprovechamiento de residuos, ¿qué otras prácticas sostenibles recomienda para el manejo de viñedos?
El manejo sostenible de viñedos requiere cuidar el suelo como entorno vital que actúa como, entre otros, reservorio de agua y refugio de biodiversidad. En este sentido, en la medida de lo posible, por ejemplo, se debe reducir el uso de insumos sintéticos y apostar por soluciones locales de bajo impacto ambiental tales como cubiertas vegetales.

– ¿Qué oportunidades abre la biorefinación de residuos lignocelulósicos en términos industriales (alimentación, farmacia, cosmética, energía)?
La biorefinación multiproducto, capaz de transformar los residuos lignocelulósicos en compuestos químicos, materiales biodegradables y energía, hace más competitivo al sector vitivinícola y resiliente frente a, por ejemplo, futuras crisis. Promueve nuevas bioindustrias y es clave para mejorar el desarrollo de las zonas rurales y atraer capital humano.

– ¿Qué estrategias están previstas para que los conocimientos y soluciones lleguen directamente a las bodegas y viticultores?
Buscaremos concienciar y sensibilizar a los principales agentes del sector vitivinícola sobre la importancia de avanzar hacia una gestión del sistema suelo-viña más sostenible, formándoles además en el uso de las tecnologías desarrolladas en el marco del proyecto para así disponer de personal cualificado, e impulsar el desarrollo rural.

– ¿Qué papel juegan los 92 socios asociados en esta transferencia?
Los socios asociados impulsarán la estrategia desarrollada por Soil&WineResidues, ayudarán a la divulgación de los resultados y probarán algunos de los bioproductos que serán desarrollados.

– ¿Qué avances espera alcanzar el consorcio al término de los próximos tres años?
Fundamentalmente impulsar un modelo productivo basado en la economía circular y ecoeficiencia asistido por biorefinación, que conlleve un manejo adecuado del suelo y de los residuos lignocelulósicos

– ¿Existen planes para prolongar o escalar esta iniciativa más allá del ámbito del SUDOE?
Soil&WineResidues desarrollará una estrategia que garantizará que los resultados del proyecto transciendan más allá de las zonas piloto del proyecto, facilitando su transferencia y adaptación a otras regiones, incluidas aquellas fuera del espacio SUDOE. De este modo, en Soil&WineResidues participan entidades públicas como la Mancomunidad del Salnés o la Comunidad Intermunicipal del Bajo Alentejo que incluirán la estrategia de Soil&WineResidues en su propio marco de acción, sirviendo así de modelo para que otras entidades puedan hacer lo mismo.

– ¿Qué mensajes clave le gustaría trasladar al público general sobre la salud del suelo y su relación con el vino que consumimos?
Los microorganismos son los principales agentes responsables de la calidad del suelo y, por tanto, del funcionamiento del ecosistema edáfico. Proteger la biodiversidad del suelo es clave para mantener su calidad. Un suelo vivo y bien cuidado no solo sostiene y nutre a la vid, sino que también influye en el sabor, el aroma, la calidad y la identidad de un vino. Por eso, cada copa de vino puede ser también un gesto de compromiso con la tierra, el paisaje y las personas que lo hacen posible. El sector vitivinícola está realizando un gran esfuerzo por desarrollar una actividad sostenible que contribuye al bienestar social, y la sociedad deber ser consciente de ello.

– ¿Quieres añadir algo más?
Me gustaría que también se mencionara al grupo de “Bioquímica y Calidad de Suelos” de la Misión Biológica de Galicia desde el que lidero y coordino el proyecto Soil&WineResidues, así como a los integrantes del mismo que también participan en el proyecto. El grupo de Bioquímica y Calidad de Suelos cuenta con una experiencia de más de 40 años en la valorización y aprovechamiento de diversos residuos orgánicos con la finalidad de aumentar la producción vegetal y/o restaurar áreas degradadas (contaminación, incendios forestales). En el equipo de investigación de Bioquímica y Calidad de Suelos participan Juan José Villaverde (líder y coordinador científico del proyecto Soil&WineResidues), Montserrat Díaz Raviña (jefa del grupo de Bioquímica y Calidad de Suelos), Beatriz Sevilla Morán y Eva Peiteado Carpinteiro.

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