La Facultad de Veterinaria aborda el consumo de algas marinas cómo alternativa al uso de antibióticos en conejos
La investigación desarrollada por Sabela Al-Soufi Novo en el Campus Terra de la USC evaluó con resultados prometedores el uso de estos organismos en la mejora de la salud intestinal de este tipo de mamíferos
La investigación desarrollada por Sabela Al-Soufi Nuevo en el Campus Terra de la USC demuestra que el uso de macroalgas marinas en alimentación animal aparece como una oportunidad prometedora para mejorar la salud intestinal de los conejos durante el período post-desteta.
La tesis de doctorado titulada Algas marinas como alternativa al uso de antibióticos en conejos, defendida en la Facultad de Veterinaria del Campus de Lugo, caracterizó in vitro las propiedades de diversas algas marinas y sus extractos, determinó su perfil mineral para calcular las dosis máximas de inclusión en la dieta y se evaluaron in vivo los potenciales efectos sobre la salud intestinal de los conejos. Paralelamente, se estudiaron los efectos sobre la calidad de la carne y sobre la deposición de minerales en la carne y en las vísceras de los conejos, y se realizó una encuesta a la población del ayuntamiento de Lugo para estudiar la potencial aceptabilidad de este tipo de productos.
Las problemáticas del sector cunícola vienen dadas principalmente por la reducción gradual del consumo de carne de conejo y por el aumento de la mortalidad en las granjas, especialmente en la fase de cebo. Segundo relata Sabela Al-Soufi Nuevo, «esto se debe a la dificultad de mantener la salud intestinal de los animales en el momento de la desteta, cuando son muy susceptibles de padecer enfermedades gastrointestinales». Las recientes restricciones en el uso de antibióticos de forma profiláctica en alimentación animal dificultan el control de estas enfermedades, por lo que el sector se encuentra ante un incremento de las mortalidades y una falta de alternativas. Nos últimos años se realizaron numerosos esfuerzos por desarrollar estrategias nutricionales que mejoraran la salud intestinal de los conejos, pero hasta lo de ahora estas no fueron capaces de controlar totalmente la aparición de ciertas enfermedades y, por tanto, «es necesario procurar noticias alternativas», destaca la investigadora del Campus de Lugo.
Resultados
El estudio in vitro de las macroalgas mostró una elevada fermentabilidad, y por tanto un potencial prebiótico, de todos los productos derivados del alga parda Saccharina latissima, mientras que los productos derivados de Himanthalia elongata produjeron elevadas concentraciones de butirato, lo cual proporcionaría beneficios sobre la salud intestinal. La mayor parte de las macroalgas demostraron ser una muy buena fuente de macrominerais.
La mayor parte de las macroalgas mostraron elevados niveles de arsénico, si bien todas ellas presentaron niveles mínimos de arsénico inorgánico, de elevada toxicidad, por lo que su empleo no supondría un riesgo para los animales. Dentro de las macroalgas incluidas en las pruebas in vivo, S. latissima mostró resultados positivos sobre la salud intestinal de los conejos. Las algas probadas in vivo no produjeron ningún efecto negativo sobre la calidad de la carne o sobre las propiedades sensoriales del producto; y la inclusión del alga verde Ulva spp. mejoró el perfil de ácidos grasos de la carne. El elevado contenido de yodo de las macroalgas pardas fue transferido a la carne de los conejos alimentados con estas especies, lo que sería de gran interés en zonas con deficiencia de yodo endémica; mientras que los residuos de arsénico en la carne y en las vísceras fueron mínimos.
La aceptación de este tipo de producto por parte de la población encuestada «fue muy elevado», por lo que este tipo de dieta podría ser potencialmente empleada como estrategia de «marketing» para incrementar el consumo de carne de conejo por parte de personas preocupadas por la sostenibilidad medioambiental, ya que fomentaría la economía circular al emplear los descartes generados en la producción de macroalgas para alimentación humana.