La Universidad de Santiago apuesta por la biotecnología sostenible para transformar residuos en compuestos de valor añadido
Juan Iglesias Riobó empleó en la USC fermentación anaerobia para transformar restos de cultivos o podas en carboxilatos con gran potencial de uso en sectores como la energía, la cosmética o los plásticos biodegradables
La posibilidad de transformar restos de cultivos y podas en productos útiles, en vez de que sean quemados o enviados a escombreras, es la base de la investigación desarrollada por Juan Iglesias Riobó en el Centro de Investigación Interdisciplinaria en Tecnologías Ambientales de la USC (CRETUS). Ante esta situación, el científico centró su estudio en una alternativa basada en biotecnología sostenible: la conversión de estos residuos en carboxilatos, compuestos con gran potencial de uso en sectores como la energía, la cosmética o los plásticos biodegradables. Para lograrlo, empleó fermentación anaerobia, un proceso natural, similar al que se utiliza para hacer yogur o vino, que permite a ciertos microorganismos transformar materia orgánica en compuestos químicos.
“Cada año se generan millones de toneladas de biomasa vegetal, como residuos agrícolas o forestales, que a pesar de ser uno de los recursos orgánicos más abundantes del planeta, suelen ser desaprovecharse por su complejidad estructural”, explica el investigador. En este contexto y bajo la supervisión de los profesores e investigadores de CRETUS, Marta Carballa Arcos y Miguel Mauricio Iglesias, el estudio exploró distintas configuraciones de reactores y condiciones de operación con el objetivo de dirigir y optimizar la producción de carboxilatos específicos, frente a mezclas poco útiles. Además de confirmar que esta conversión es viable en laboratorio, el trabajo que se enmarca en la tesis de doctorado de Juan Iglesias Riobó expone las bases para su escalado en biorrefinerías sostenibles.
El resultado obtenido es un sistema biotecnológico optimizado que permite “convertir residuos vegetales en compuestos de alto valor añadido de forma más eficiente y selectiva”, señala. La investigación demostró que, mediante el control de parámetros como el pH, el tiempo de retención y la estrategia de alimentación de los reactores, es posible orientar la actividad microbiana hacia la producción preferente de lactato, butirato o caproato.
Asimismo, se comprobó que la configuración de los reactores juega un papel clave: la alimentación pulsada y la separación de etapas en el proceso favorecen la formación de estos compuestos, incluso en condiciones difíciles como las que presenta la biomasa con alto contenido en celulosa. Este enfoque permite aplicaciones industriales basadas en tecnologías más limpias y sostenibles, alineadas con los principios de la economía circular.
“Elevado potencial de aplicación”
Este trabajo no solo abre nuevas vías para el aprovechamiento de recursos naturales, sino que confirma que es posible hacerlo mediante tecnología accesible y adaptable a distintas escalas, “con un elevado potencial de aplicación en Galicia y en otras regiones con abundante biomasa”, matiza.
Los resultados de este trabajo desarrollado en el grupo de Biotecnología Ambiental (BioGroup) dentro del proyecto europeo Cell4Chem, fueron publicados en revistas científicas como Bioresource Technology o Industrial Crops and Products. La tesis fue evaluada por un tribunal presidido por el profesor emérito de la USC Juan Manuel Lema Rodicio, junto con la profesora Cristina González Fernández (Universidad de Valladolid) y el profesor Piotr Oleskowicz-Popiel (Politechnika Poznanska, Polonia), que acordó por unanimidad otorgar la cualificación de Sobresaliente Cum Laude, destacando las nuevas aportaciones que este estudio supone en el ámbito de la revalorización de estos residuos.