Cantabria, un territorio con potencial para producir leche de pastoreo
Investigadores indican que Cantabria dispone de características específicas que favorecen la adopción de los sistemas de alimentación en pastoreo y valoran la posibilidade de comercializar leche de pastoreo con certificación propia
‘Uso potencial del suelo de Cantabria para la producción de leche de pastoreo’, así es el título del artículo publicado por los investigadores Iban Vázquez González (Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Santiago), Francisca Ruíz Escudero, Juan Busqué y Ana Villar (Centro de Investigación y Formación Agraria de Cantabria). En la publicación analizaron el potencial territorial de Cantabria para producir leche en base a pasto y determinan que la región tiene unas características específicas para favorecer la alimentación en pastoreo, como puede ser el clima o la topografía.
Los investigadores recalcan la importancia de diferenciar dos términos que pueden llevar a confusión: “leche de pastoreo” y “leche en base a pasto”. “La leche de pastoreo es aquella que se obtiene de animales que salen al pasto, la ausencia de una normativa europea, o norma UNE, da lugar a variaciones en los días al año que salen a pastar y las horas diarias», valoran.
El segundo término, que es el que nosotros empleamos en nuestro artículo, se refiere a que la alimentación de las vacas en lactación está basada en pastos (hierba fresca), bien consumidos directamente en el campo bajo la actividad del pastoreo o en el pesebre (hierba fresca segada y transportada), práctica todavía relevante en Cantabria. En nuestro estudio el contenido mínimo de hierba fresca (en materia seca total) que debe contener la dieta diaria de las vacas en lactación para la leche obtenida sea considerada como leche en base a pasto se ha establecido en el 25 %”, explican.
Estudian 99 granjas cántabras
Esta investigación deriva de un proyecto de investigación financiado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias y Agroalimentarias, en el que participaban tres centros de investigación agraria de la Cornisa Cantábrica (el CIAM en Galicia, el SERIDA en Asturias y el CIFA en Cantabria).
El subproyecto que realizó el CIFA, coordinador del proyecto, tenía entre uno de sus objetivos el de determinar el potencial territorial del sector para producir una leche en base a pasto, a partir de la información contenida en las bases de datos oficiales (como por ejemplo el sistema integrado de ayudas) y otras fuentes directas (datos de los productores).
Un 33 % de las ganaderías que formaron parte del proyecto produce leche a base de pasto y un 12 % más podrían producirla por sus condiciones
Para realizar la investigación tomaron datos productivos y de manejo de 99 ganaderías lecheras de Cantabria, clasificadas según el porcentaje de la materia seca total que representa la hierba fresca (FV) en la dieta de primavera de las vacas en lactación. Así, se dividieron en dos grupos: Sin pasto <25 % FV y con pasto: ≥25 % NFV. Estos dos grupos se caracterizaron concluyendo diferencias sustanciales entre ambos modelos, así las ganaderías FV tienen menor dimensión territorial, rebaño, carga ganadera, producción anual de leche y utilización de concentrado mientras que destinan más horas al pastoreo, contrariamente a las características de las ganaderías NFV. Desde el punto de vista territorial, estas ganaderías FV tienen mayor altitud, mejor geometría de las parcelas, peor calidad de suelo y dedicación casi exclusiva de la superficie a pastos permanentes, siendo residual el porcentaje dedicado a cultivos. Cantabria presenta una de las mayores productividades forrajeras europeas, debido a sus características edafoclimáticas
Posteriormente se realizó un análisis de regresión lineal múltiple (modelo predictivo) para estimar el porcentaje de hierba fresca en la dieta a partir de 41 variables territoriales (altitud, estructura, métricas espaciales, calidad del suelo, …). El modelo predictivo se adecúa en un 71 % a la realidad y discrimina mejor las ganaderías que no alimentan en base a pasto.
Este modelo tiene limitaciones, al encontrar una débil relación con las variables territoriales, lo cual sugiere que la estructura territorial es importante en la relación que guarda con el sistema de alimentación, pero insuficiente en la medida que en la decisión de producir leche en base a pasto intervienen otros factores de tipo social, cultural y/o económicos. De las ganaderías estudiadas en Cantabria, un 33 % produce leche en base a pasto y habría un 12 % a mayores que podrían producir en base a sus condiciones territoriales.
Importancia de los pastos en Cantabria
Los investigadores se centraron en Cantabria porque el CIFA adquirió entre sus objetivos el compromiso de determinar y transferir a otras regiones un modelo estadístico capaz de determinar el potencial territorial de producción de leche en base a pasto. Luego también entran otros factores como la elevada relevancia, tanto económica como territorial, que los pastos tienen en esta región.
Aunque el pastoreo tiene importancia en Cantabria, aún no cuenta con una industria láctea que comercialice la leche
En la Cornisa Cantábrica en general, y en Cantabria en particular, existen unas características específicas que favorecen la adopción de los sistemas de alimentación en pastoreo, tales como un clima con abundantes precipitaciones y temperaturas moderadas, o una topografía accidentada en algunas zonas que dificulta la mecanización y la recolección de los forrajes, convirtiendo al pastoreo en una de las pocas opciones de aprovechamiento de los recursos forrajeros. Los pastos herbáceos tienen una destacada presencia en Cantabria, pues representan un 44 % de la superficie agraria útil. También la tienen los pastos comunales, presentes en un tercio del territorio, que suelen ser aprovechados, principalmente, por ganado bovino de carne en zonas de montaña.
Según indican los investigadores, Cantabria, además, presenta una de las mayores productividades forrajeras europeas, debido a sus características edafoclimáticas, que puede ser suministrada en la alimentación del ganado, permitiendo una reducción de la dependencia en alimentos comprados. A todo ello, habría que sumar que Cantabria sigue teniendo un sector ganadero dominado por la pequeña y mediana producción, donde tiene una importancia donde siguen presentes los manejos extensivos ligados al territorio.
Venta directa de la leche de pastoreo
A pesar de la mayor relevancia del pastoreo en Cantabria, actualmente no hay ninguna industria láctea que comercialice leche de pastoreo, como es el caso de Larsa o Celta en Galicia. Sin embargo, sí que hay algunos productores de leche que realizan la trasformación industrial de la leche pasteurizada y la posterior venta directa, cuya alimentación del ganado ha estado basada en pastos. Así, se envasa leche y productos lácteos de pasto en Voto (“La Bien Aparecida”), en Camargo (“La Cántara”), o en Suesa (“Alimentos Fasano”); así mismo, la cooperativa Agrocantabria, la más importante de la región, cuenta con más de 70 ganaderos con pastoreo y realiza la fabricación de queso en base a pasto.
En la actualidad no hay todavía ninguna marca de leche de pastoreo, ni sello de calidad para la leche de vaca alimentada con pasto. En su momento, hubo intentos por crear un sello de calidad “Calidad controlada leche de pasto” a raíz de los trabajos llevados a cabo dentro del Grupo operativo “Red artesanos transformadores y vendedores de leche de pastos” y a partir del que se creó la red “Yo soy de pasto”. Los investigadores afirman que es probable que en un futuro se produzca leche de pastoreo con certificación propia. De hecho, indican que ya hay proyecto en ciernes, todavía en fase de prueba.
Cambio estructural
El grupo de investigación recuerda la tesis doctoral de Elena García-Suarez (2021) en la que se indica que las explotaciones lecheras alimentadas con pasto (GF) son de menor tamaño, tienen menos ganado, menor densidad ganadera, menor producción anual de leche e implican un menor uso de concentrado, dedicando más horas al pastoreo, en contraste con las características de las no alimentadas con pasto (NGF). Esto contrarresta con el aumento del tamaño de las explotaciones. Ante esas conclusiones, puntualizan que “lo que viene a corroborar esto es que buena parte de las explotaciones que han abandonado la actividad agraria en los últimos años son explotaciones de menor dimensión productiva, más vinculadas hacia un modelo de producción de leche en base a pasto”.
A pesar de ello, destacan que las pequeñas explotaciones tienen un papel fundamental en la gestión del territorio en áreas menos favorecidas, como la fijación de población, la dinamización de la economía local o la provisión de diversos servicios ecosistémicos. Una de las vías para cambiar esta situación pasa por promover y apoyar estos modelos de producción ligados al territorio y a la gestión de los recursos naturales.
Los hábitos de consumo están cambiando hacia productos más saludables y respetuosos con el medio ambiente
Recalcan la importancia de fomentar el consumo de productos locales y trabajar en los centros educativos para explicar que Cantabria tiene históricamente un gran potencial en producción de leche y carne “al lado de nuestras casas”. Para mantener el territorio, seguir teniendo pueblos y economías rurales vivas, “la ciudadanía debe entender que necesitamos apoyar y consumir alimentos locales”.
Otras debilidades del sector son su especialización en la producción de leche y la escasa diversificación; y otra de las tareas pendientes es la mejor vertebración y cooperación dentro del propio sector ganadero y transformador que permita a las ganaderías tener una mejor posición en la negociación de los precios de la leche.
Aunque cabe puntualizar que en los últimos años hay un mayor interés hacia estos productos porque, en primer lugar, “el consumidor o consumidora está cambiando los hábitos de consumo hacia productos más saludables, más respetuosos con el medio ambiente y con el bienestar animal”. También hay mayor información de los beneficios que este tipo de productos le reporta, tanto para la salud como para la sociedad. Otra cuestión a añadir es el contexto de emergencia climática y la consecuente necesidad de transitar también hacia modelos agrarios más sostenibles; “esto ha venido para quedarse”.