Investigadores de la Universidad de Vigo prueban con éxito el uso de plantas «trampa» para luchar contra las plagas de nematodos en las patatas

Evalúan el impacto agronómico, ambiental y económico de sustituir los nematicidas sintéticos por estrategias basadas en la naturaleza e indican que puede contribuir a duplicar el margen de beneficios por hectárea de los cultivos aumentando su producción hasta en un 21 %


Un grupo de investigación multidisciplinar de la Universidad de Vigo desarrolla el proyecto estatal ReNaturAgri, centrado en la lucha contra las plagas de nematodos en los cultivos de patatas. En él evalúan el impacto agronómico, ambiental y económico de sustituir los nematicidas sintéticos por estrategias basadas en la naturaleza. Entre los resultados ya obtenidos están que el uso de una planta «trampa», la Solanum sisymbriifolium, puede contribuir a duplicar la margen de beneficios por hectárea de los cultivos aumentando su producción hasta en un 21 %.

El proyecto Reducción de insumos (fertilizantes y pesticidas) e incremento de la biodiversidad del suelo en cultivo de patata. Estrategias naturales para la transición a una agricultura más resiliente y sostenible (ReNaturAgri) tiene una financiación de 253.000 euros de la convocatoria de Proyectos de Transición Ecológica y Transición Digital, del Ministerio de Ciencia e Innovación, con fondos NextGenerationEU. Liderado desde la Facultad de Ciencias del campus de Ourense y el Instituto de Agroecología y Alimentación de la Universidad de Vigo por David Fernández Calviño y Manuel Arias, la propuesta tiene un marcado carácter multidisciplinar, ya que involucra conocimientos y especialistas de varias disciplinas, como la agronomía, la ciencia del suelo, la ecología microbiana y la economía ambiental, participando también Miguel Rodríguez, del Departamento de Economía Aplicada de la UVigo, y Montserrat Díaz, del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (CSIC). El proyecto cuenta además con la colaboración del Centro de Desarrollo Agroganadero del Inorde.

En España se dedican a él más de 50.000 hectáreas a la producción de patacase tiene una producción de más de dos millones de toneladas, siendo en muchas zonas el cultivo principal en las rotaciones de cultivos. El sector, apuntan, afronta entre sus retos avanzar cara una producción de patata más resiliente y sostenible. En este contexto, en el proyecto ReNaturAgri, que se prolongará hasta 2025, están evaluando estrategias basadas en la naturaleza para la reducción de insumos sintéticos en la producción de cultivos de patata.

Esta evaluación abarca diferentes campos, analizando el impacto de las técnicas propuestas en el cultivo de la patata, sobre su rendimiento y calidad; en el ecosistema y también en los costes y beneficios para los agricultores, la sociedad y el medio ambiente. «Las nuevas estrategias deben ser económicamente viables para los agricultores y social y ambientalmente aceptables. Este enfoque es esencial ya que las soluciones basadas en la naturaleza sólo se adoptarán se demuestran beneficios claros tanto para los agricultores como para la sociedad», afirma el equipo investigador.

Inclusión de la planta trampa en el ciclo de cultivos
La parte experimental del proyecto se desarrolla en una parecerla de A Limia, zona destacada en la producción de patata, empleando concretamente la variedad de patata Kennebec. Los sistemas basados en la naturaleza probados contra los nematodos (una especie de verme microscópico) a lo largo de estos meses fueron varios y subrayan que «la técnica de sustituir los nematicidas sintéticos por plantas trampa (Solanum sisymbriifolium) disminuye de forma muy importante esta plaga y favorece que se incremente la producción de la patata». La citada trampa, detalla David Fernández, «es del mismo género que la patata, es una solanácea, y cuando se desarrollan los nematodos piensan que son patatas, porque emiten señales químicas similares, salen de los quistes, se van a alimentar, no tienen de que alimentarse y por lo tanto mueren». En el sistema probado, aplicando la rotación de cultivos, tras el ciclo de la planta trampa y la muerte de nematodos, esta se entierra en el suelo y, unos meses después, en el mismo terreno se planta en él ya la patata.

Si en el sistema convencional utilizando nematicidas el margen bruto por hectárea es de alrededor de 2.800 euros, empleando la planta trampa esta cifra asciende a 5.700 euros. Además añaden que se da un incremento de hasta el 21 % de la producción de patata. A esto habría que añadir los beneficios ambientales, aun no calculados en el proyecto. «Esta opción está demostrando ser muy eficiente», apuntan los investigadores de la UVigo.

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