“El uso de agua en el viñedo sin una buena gestión influye negativamente en la calidad de la uva”
Entrevista a Mar Vilanova de la Torre Investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), uno de los socios del proyecto “PRERIVID: Predicción de necesidades hídricas del viñedo para un uso sostenible del agua de riego”, que se desarrolla en Galicia, Castilla y León y Valencia.
Mar Vilanova de la Torre es investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y acumula unha amplia trayectoria profesional en el estudio de la mejora de la calidad de la uva y el vino mediante procesos enológicos y optimización de sistemas de producción vitícola, asi como sobre el efecto del estrés abiótico sobre la calidad aromática de la uva y del vino.
Hablamos con ella sobre estas líneas de investigación y sobre su participación en el proyecto “PRERIVID: Predicción de necesidades hídricas del viñedo para un uso sostenible del agua de riego”.
-¿En que consiste tu trabajo dentro del CSIC?
Soy investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), en Logroño (La Rioja) y desde octubre de 2024 asumí la dirección del Instituto después de la jubilación de José Miguel Martínez-Zapater.
Reparto mi tiempo entre la dirección del ICVV y mi trabajo como investigadora en el grupo “Calidad de uva y vino y dieta Mediterránea” (MedWineQuality). Mi línea de investigación va dirigida a la mejora de la calidad de la uva y el vino mediante procesos enológicos y optimización de sistemas de producción vitícola, asi como al efecto del estrés abiótico sobre la calidad aromática de la uva y del vino.
-En este sentido, ¿que os llevó a participar en el proyecto PRERIVID?
Mi línea de trabajo incluye estrés abiótico y sus efectos sobre la calidad de la uva, por lo que llevo años trabajando en estrés hídrico y gestión eficiente del agua de riego en el viñedo. Junto con la Unidad Asociada al CSIC (CropQuality) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC-PROePLA), dirigida por el Dr. Javier Cancela, llevamos años trabajando en esta línea desarrollando proyectos con otros grupos de España y también en Galicia. Dada nuestra experiencia en este tema, contactaron con nosotros para participar en este proyecto. Además con uno de los líderes del proyecto (Bodega Quinta Couselo) ya llevábamos años trabajando en la zona de la Ribeira Sacra (Bodega Ponte da Boga).
-¿Cuáles son los cometidos del CSIC dentro de este proyecto y que actuaciones se realizaron hasta ahora y cuales se prevén para este 2025?
Desde el CSIC-ICVV desarrollamos los estudios de calidad aromática de la uva y el vino en función del uso del agua, con la finalidad de poder predecir las necesidades hídricas del viñedo para un uso sostenible del agua de riego, preservando la calidad de la uva. En este sentido estamos trabajando con la variedad Caiño blanco en colaboración con la Bodega Quinta Couselo (Galicia).
Por otra parte, también estamos implicados en el estudio de efecto del uso de caolín, mineral que protege las hojas reduciendo estrés térmico y transpiración excesiva, sobre la calidad de la uva y el vino elaborado con las variedades Monastrell y Tempranillo en colaboración con Bodegas Enguera (Valencia).
Por último, uno de nuestros objetivos es poder predecir el estado hídrico de la planta, para ello estamos estudiando la correlación del potencial hídrico del tallo con espectroscopía en diferentes rangos: Visible, Ultravioleta, Infrarrojo cercano e Infrarrojo Medio (VIS-UV-NIR-MIR). Este trabajo se lleva a cabo en las Bodegas Quinta Couselo y Bodegas Enguera y para ello estamos utilizando un equipo espectroscópico de alta capacidad con un amplio rango espectral (190-2600 nm) junto con los potenciales hídricos de tallo. El objetivo es hacer un análisis integral de la variabilidad del estado hídrico en los viñedos. En este primer año, hemos utilizado los datos obtenidos de las muestras de hoja para calibrar y validar el modelo que posteriormente utilizaremos para establecer las correlaciones.
“El uso de agua en el viñedo sin una buena gestión influye negativamente en la calidad de la uva”
-En base a tu experiencia y los trabajos publicados, ¿Como influye el riego del viñedo en el perfil aromático de los vinos?
Como dije anteriormente, nosotros llevamos trabajando en esta línea de investigación desde hace años en diferentes zonas de España y con diferentes variedades de vid. Esto nos ha permitido observar diferencias en el comportamiento en función de la variedad, ya que la composición aromática es diferente y las familias afectadas son diferentes.
Sin embargo, también hemos observado que es fundamental saber cuándo y cuanto regar, es decir, conocer las necesidades hídricas de la planta y el momento en el que se producen estas necesidades, para poder gestionar el uso del agua de forma adecuada.
Hemos observado que el uso de agua en el viñedo sin una buena gestión influye negativamente en la calidad de la uva.
“El uso de caolín en la variedad Monastrell repercutió positivamente en el nivel de calidad aromática del vino”
-Otra línea de trabajo que se analiza en el proyecto PRERIVID es el empleo del caolín para reducir las necesidades hídricas del viñedo. ¿Como influye también en las características de la uva y del vino?
En este proyecto estamos implicados en el estudio de efecto del uso de caolín sobre la calidad aromática de las variedades Tempranillo y Monastrell cultivadas en Valencia (Bodegas Enguera). El caolín es un mineral que forma una película protectora en las hojas, ayudando a reducir el estrés térmico y la transpiración excesiva, lo que permite optimizar el uso del agua en condiciones de alta temperatura y radiación solar.
A nivel de resultados es pronto para sacar conclusiones. Sin embargo, podemos decir que en esta primera cosecha 2024 hemos observado algunos cambios en algunas familias de compuestos aromáticos de la uva cuando se aplica caolín en el viñedo frente al control. Esteres, C13-noriproneoides o compuestos C6, todos ellos muy interesantes a nivel de calidad aromática del vino, se vieron afectados positivamente por el uso del caolín en la variedad Monastrell. Este resultado es importante, pero debemos confirmarlo con más años de estudio.
-En general, ¿que esperas que aporte este proyecto al sector?
Por un lado, aportar nuevos conocimientos sobre la gestión del agua en el viñedo en este nuevo escenario, de forma que el viticultor pueda ajustar el riego de forma precisa para preservar y mejorar la calidad de la uva.
Por otra parte, concienciación respecto al uso responsable de los recursos hídricos que cada vez serán más escasos. Debemos ser conscientes de que el sector vitivinícola se enfrenta a un gran desafío como es la adaptación a las nuevas condiciones climáticas que están provocando serios problemas debido a los aumentos de temperatura y descenso del agua disponible. Como consecuencia de esta nueva situación, se están produciendo cambios en la calidad de la uva por el exceso de maduración que adelanta el momento de vendimia lo que provoca desequilibrios entre el metabolismo primario y secundario, afectando negativamente a la calidad de la uva y, en consecuencia, también del vino. Debemos adaptarnos a los efectos del cambio climático y para ello debemos cambiar nuestra forma de gestionar el viñedo.
El Grupo Operativo PRERIVID está enmarcado en el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) 2023-2027, financiado en un 80 % por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea y en un 20 % por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). La Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA) es la autoridad encargada de la aplicación de dichas ayudas. Presupuesto total del proyecto: 589.371,54 €. Subvención total: 583.385,01 €.
El Grupo Operativo PRERIVID es la entidad responsable de este contenido.