«Cuando se habla de I+D+i lácteo, la industria tiene que entender que el sector empieza en el ganadero»

Medrar es una de las pocas consultoras privadas especializadas en innovación en el sector lácteo y coordina el PERTE Agroalimentario, en el que participan varias industrias y queserías gallegas. Hablamos con Hugo Criado, su CEO, que defiende la necesidad de integrar a los productores en los fondos y proyectos de I+D+i

Hugo, na gandería SAT As Pandas de Vilalba, unha das explotacións nas que traballou durante a súa etapa de veterinario

Hugo, en la ganadería SAT As Pandas de Vilalba, una de las explotaciones en las que trabajó durante su etapa de veterinario clínico

Hugo Criado (Vilalba, 1984) es el CEO de Medrar, una consultora agroalimentaria especializada en proyectos de I+D+i que desarrolla su labor en sectores como el lácteo, el cárnico, el hortícola, el vitivinícola o el forestal, buscando dar solución tanto a los retos de las industrias como a los de los productores haciéndoles trabajar en conjunto.

Tras estudiar Veterinaria en Lugo y después de ejercer durante 4 años como veterinario clínico por las granjas de la comarca de A Terra Chá, Hugo decidió en 2018 junto a otros socios crear una consultora con la que ir más allá del simple asesoramiento básico para el día a día, con una estrategia basada en la «innovación colaborativa y abierta».

Por eso, quieren que todo el sector les vea como “aliados”, tanto las industrias y productores, como el resto de empresas que prestan servicios de asesoramiento en las granjas. “Tratamos de integrar las necesidades del campo con las soluciones que ya hay o que es necesario desarrollar”, dicen.

Queremos llevar a cabo proyectos que tengan impacto real en el sector

Su función es también complementaria a la de las universidades, fundaciones o centros tecnológicos de carácter público donde se genera conocimiento agrario. “Somos una consultoría agrotech especializada en transferencia de conocimiento y queremos llevar a cabo proyectos que tengan impacto real en el sector”, aseguran.

Desarrollo basado en la transferencia del conocimiento

Medrar tiene oficinas en Vilalba y en Lugo y Hugo pone en valor el hecho de estar en una de las principales comarcas ganaderas de Galicia. “Conocemos la idiosincrasia del sector y también sus necesidades de primera mano”, afirma.

Hugo evidencia que Galicia constituye un verdadero polo de desarrollo en ámbitos como el lácteo, debido al peso tanto de las explotaciones como de las industrias de transformación asentadas en la comunidad y defiende que “el futuro tiene que venir de la mano del conocimiento y la innovación”.

“El gran reto es cómo acercar el conocimiento que ya hay en las universidades, centros tecnológicos o empresas a las necesidades que presenta el sector, entendiendo que el sector empieza en el ganadero, pero ni siquiera en el tanque de la leche, sino en la finca del ganadero, porque todo lo que hace en el suelo de sus parcelas es importante después en el vaso de leche, en el yogur o en el queso que lleva a su boca el consumidor”, razona.

“La transferencia del conocimiento al productor debería haber sido la base del sistema de I+D+i agroalimentario desde sus inicios, pero hasta ahora no se le prestó verdadera atención a eso, se pensó que simplemente se iba a lograr por inercia, pero es muy difícil, porque las Universidades, las industrias y los productores son mundos que conviven pero que no se hablan adecuadamente porque tienen ritmos e idiomas diferentes», argumenta.

Uno de los objetivos de Medrar es sentar en la misma mesa a todo el ecosistema de innovación agraria que hay en Galicia

“Esta es la época de la historia con más ayudas para innovación”, asegura, ya que conviven los fondos europeos ordinarios con los extraordinarios Next Generation, una situación que “hay que aprovechar”, propone Hugo.

Por eso, dentro de su estrategia para los próximos 3 años, Medrar pretende llevar a cabo proyectos de I+D+i con centros de investigación, empresas y productores gallegos “para que ese conocimiento se quede en Galicia”, defiende. “Uno de los objetivos de Medrar es sentar en la misma mesa a todo el ecosistema de innovación agraria que hay en Galicia e involucrar a las empresas y a los productores en ese proceso”, insiste.

Principales retos: digitalización, sostenibilidad e innovación

Medrar considera que los retos inmediatos tanto de las explotaciones como de las industrias pasan por la sostenibilidad ambiental, por la digitalización e integración de sistemas y por la innovación tecnológica y de producto.

“Mucha gente pone el relevo generacional como el principal problema a día de hoy, pero yo pienso que para poder resolver el problema de la falta de continuidad de la gente joven tenemos que dar solución primero a esas otras cuestiones, porque la falta de rentabilidad, de seguridad y de garantías juega en contra del relevo generacional”, opina Hugo.

Si conseguimos mejorar otras cosas que son salvables, el problema del relevo generacional se soluciona

Hugo defiende la necesidad de “ofrecer productos innovadores y de alta calidad al consumidor para que tire del mercado” y apuesta por “reequilibrar” el peso de la distribución, la industria y los productores en la cadena para que participen en ella “de igual a igual”. “La cadena tiene que ser fluida para que el valor se transmita, pero para conseguirlo debe haber juego limpio. Si logramos eso a todo el mundo le interesará estar en esa cadena porque se conseguirá generar valor añadido para todos”, asegura.

Conectar a la industria con la realidad del sector

Desde que nació hace 5 años, Medrar busca involucrar a las explotaciones en sus proyectos para que se puedan aprovechar también de los fondos de innovación y que ésta se extienda a la base del sector y no se quede solo en el escalón de las industrias transformadoras.

“Nuestra labor también es la de conectar a la gente de la industria con la base del sector y su realidad porque muchas veces quien maneja la industria láctea y toma las decisiones ni está aquí ni son personas procedentes del sector, sino licenciados en derecho o en finanzas que deciden únicamente en base a números pero sin tener en cuenta a situación del campo”, argumenta Hugo.

No me imagino a Citroën haciendo coches sin saber si tiene garantizado el suministro de manillas

“Yo no me imagino a PSA Citroën haciendo coches sin saber si tiene garantizado el suministro de manillas para las puertas por parte de sus proveedores; sin embargo en el sector lácteo se trabaja muchas veces a ciegas y de espaldas a lo que pasa en las ganaderías”, asegura.

El proyecto MilkChain o el propio Perte Agroalimentario (Perte Agroalimentario), buscan precisamente aportar trazabilidad al producto y seguridad a la cadena de suministro en su conjunto.

La sostenibilidad, una oportunidad

A pesar del freno a alguna de las exigencias medioambientales de la PAC a raíz de las protestas de los ganaderos y agricultores de las últimas semanas, con las que dice estar totalmente de acuerdo, Hugo considera que el próximo reto al que se enfrentará el sector será el de la huella de carbono y aboga por hacer a los productores protagonistas de este proceso, con capacidad de decisión en el establecimiento del método de cálculo y la fijación de las prioridades, para que no suceda como con la certificación de bienestar animal, controlada por la empresas de certificación e impuesta a las explotaciones.

“El consumidor pedía bienestar animal y la industria aprovechó para exigírselo al ganadero y utilizarlo como un arma de negociación más; con la huella de carbono no puede suceder lo mismo, no puede quedar exclusivamente en manos de la industria y ser ella quien la mida, como pasa con el bienestar, sin contar para nada con el ganadero; las explotaciones tienen que ser copartícipes en ese proceso”, reclama.

Con la huella de carbono no puede pasar lo que pasó con el bienestar animal; no puede ser la industria a que la mida

La sostenibilidad ambiental, asegura, también puede suponer una oportunidad para incrementar la rentabilidad económica de las granjas si los subprodutos de los que disponen, como el purín, los transforman en valor a través de proyectos de innovación como pueden ser las plantas de biogás.

Explotaciones dimensionadas con varios centros de producción

Hugo es defensor de la “agregación de granjas”, como solución para que las ganaderías que continúen ganen volumen y competitividad, pero también como una forma de dar una salida a las explotaciones que no tienen relevo.

Para eso propone una especie de Plan Minero aplicado al sector lácteo, de manera que cuando un ganadero se acerca a la jubilación se favorezca mediante un incentivo económico el traspaso de su ganado, sus tierras, los derechos de la PAC y las naves y maquinaria a otra granja próxima.

“Quizás con eso no se solucione el problema de la falta de gente joven, pero sí que serviría para mitigar las consecuencias de los cierres asociados al abandono y frenar un poco esa sangría, es decir poner un pequeño tapón a una hemorragia para la que no tenemos ni Betadine”, compara.

Está habiendo una sangría de cierre de explotaciones que hay que tratar de tapar, lo que no puede ser es que no tengamos ni Betadine

“Y yo lo que veo es que la industria parece no estar preocupada, porque sigue recogiendo el mismo volumen de leche al año, que incluso sigue aumentando aunque cierren granjas. Pero cuando se va acotando el número de explotaciones, de lo que parece que no se da cuenta ni la Administración pública ni las industrias es de que se pierde mucho más que una simple granja, porque el impacto del cierre de explotaciones sobre el territorio es brutal”, asegura.

“Ser ganadero exige estar todo el año donde se tiene el ganado, algo que no sucede en otras actividades desarrolladas en el medio rural, como por ejemplo la producción forestal, que no fija población del mismo modo” indica.

Equipo multidisciplinar

Medrar cuenta con una plantilla de 7 trabajadores, con distintos perfiles, entre los que hay doctoras en ingeniería química y medioambiental, agrónomos, ingenieros industriales o titulados en ADE. “El sector necesita conocimiento multidisciplinar”, argumenta Hugo.

Bajo ese enfoque, en los proyectos que coordinan hacen un acompañamiento integral a sus clientes, desde el acceso a la ayuda y la consecución de los fondos hasta el desarrollo final, la puesta en marcha y la justificación, colaborando con el resto de servicios de asesoramiento y consultoría básica de los que disponen ya las granjas y las industrias. “Buscamos la complementariedad, ser útiles y que nos vean como un aliado”, dicen.

Hay que poner el foco siempre en los mejores para que el sector avance

En sus proyectos buscan dar protagonismo “a quién está haciendo las cosas bien” porque están convencidos de que “la mejora del sector pasa por que haya referentes dentro de las explotaciones que sean un poco el ejemplo para el resto”. “Hay que enseñar a quién está innovando, porque eso sirve para acelerar al conjunto del sector; la parálisis y el dejarse llevar mediocratiza”, asegura Hugo.

Por eso, defiende la utilidad de los “fondos competitivos” frente a “una PAC que riega a todos, lo hagan bien o no”. “Nosotros intentamos captar fondos para proyectos concretos y específicos bajo el criterio de la utilidad y destinados a resolver problemas reales. Que seamos de Chantada, de Castro o de Vilalba nos permite tener los pies en la tierra a la hora de diseñar proyectos para el rural”, concluye.

Parte do equipo que forma parte de Medrar, na oficina que a consultora ten en Lugo

Parte del equipo que forma Medrar, en la oficina que la consultora tiene en Lugo

REPASO POR LOS PRINCIPALES PROYECTOS EN MARCHA:

SmarTZ4milk, el proyecto que aspira a digitalizar la industria láctea galega

El Grupo Lence, Clun, Larsa, Leite Celta, Prestes, Bama y Bico de Xeado forman parte del proyecto SmarTZ4milk, dotado con 26 millones de euros de fondos del Perte Agroalimentario para mejorar la trazabilidad de sus productos y la sostenibilidad ambiental de sus plantas de transformación.

“A nivel individual en las industrias participantes este proyecto va a suponer un salto de calidad en digitalización y sostenibilidad, ya que gracias a estas ayudas van a poder afrontar en solo 2 años retos que de otro modo podrían llevarles mucho más tiempo o incluso que serían inviables para las industrias más pequeñas”, explica Hugo.

Está prevista la creación de una plataforma predictiva de la oferta y la demanda a través de compartición de datos entre industrias y de su análisis mediante inteligencia artificial

Está en una fase más inicial la parte conjunta del proyecto, que consiste en la creación de una plataforma común donde de manera anónima las distintas empresas compartirán datos que les permitan establecer ratios de eficiencia medioambiental y de producción a nivel industrial y también hacer predicciones de cómo va a comportarse la demanda de leche y de productos lácteos a unos meses vista y si esa necesidad de suministro va a estar cubierta con la producción esperada en las explotaciones.

“Esa información también va a ser útil a las granjas para tomar decisiones en aspectos como inversiones, alimentación, manejo, recría o descartes, en función de la demanda de materia prima esperada a corto y medio plazo para afinar de este modo la producción de leche”, aclara.

LuGaz, producción de biometano a partir de residuos lácteos y purín

El proyecto LuGaz, en el que participan el Grupo Lence, Norvento y Agroamb, tiene como objetivo escalar una tecnología nueva de producción y upgrading de biogás para la obtención de biometano apto para inyección a la red y, a su vez, valorizar el material digestado para la obtención de un producto fertilizante a partir de residuos agroindustriales.

El proyecto incluye la construcción en el polígono de O Ceao, en Lugo, al lado de la factoría de Leche Río, de una planta de biogás para tratar residuos lácteos, purín ganadero y otros residuos de la industria agroalimentaria.

El proyecto incluye la construcción de una planta de biogás en O Ceao para tratar los residuos de Leche Río y de sus ganaderías

Se prevé que la planta trate anualmente una media de 55.000 toneladas de residuos, procedentes de las tres fábricas del Grupo Lence y estará abierto a la participación de las 350 ganaderías a las que la empresa recoge la leche en la actualidad, a las que se les devolverá un fertilizante “a la carta” en base al purín digestado adaptado a las necesidades del cultivo para el cual vaya destinado (raigrás, maíz, patata, etc).

El plazo para la ejecución de este proyecto es de cuatro años y supondrá una inversión total de 7,5 millones de euros, de los que la ayuda europea cubre el 60% (4,5 millones).

Nutritive, búsqueda de las mejores soluciones para el purín en Galicia

Con una inversión de 7 millones de euros, el proyecto Nutritive  busca las mejores soluciones y tecnologías disponibles para la gestión del purín aplicadas a las condiciones edafoclimáticas de Galicia y a las distintas tipologías de ganaderías existentes.

Se analizarán sistemas empleados en Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Países Bajos, Alemania e Irlanda

Participan como socios en el proyecto Aresa, la empresa biotecnológica Zinpro, la USC y el CIAM de Mabegondo. El plazo de ejecución es de tres años, en los que se modelizarán los distintos sistemas probados y empleados en otros países para comprobar su adaptación a Galicia en busca de las mejores técnicas disponibles para el aprovechamiento del purín como abono orgánico en función del tipo de granja y purín generado y el tipo de suelo y cultivo donde aplicarlo.

“Uno de los grandes errores a mi modo de ver de la Unión Europea es la escasa adaptación de las normas comunitarias a las condiciones de los distintos territorios que la conforman, que son muy dispares”, afirma Hugo, para quien “Europa cobra sentido cuando aprendemos los unos de los otros”.

Nirs2Custom, fertilización a la carta en base a analíticas instantáneas de suelos

El Grupo Operativo Nirs2Custom, liderado por Aresa, trabaja en el diseño de un prototipo para el análisis de nutrientes en campo equipado con tecnología de la espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS) capaz de analizar en tiempo real la composición química del suelo, para hacer al agricultor una recomendación del tipo y cantidad de fertilizante necesario para optimizar la producción en esa finca.

Este proyecto, que se encuentra ya en su segundo año de desarrollo, aportará múltiples ventajas: se evita la contaminación medioambiental por exceso de abonado al mismo tiempo que el agricultor logra un ahorro económico sin sacrificar producción.

Cómbaro, huella de biodiversidad positiva en granjas lecheras

El proyecto Cómbaro, en el que participan las ganaderías Airas Moniz de Chantada y A Cernada de Palas de Rei, junto con la cooperativa Milhulloa, pretende demostrar que puede convivir una producción ganadera rentable de alto valor con el fomento de la biodiversidad natural.

El proyecto pretende medir los efectos positivos del cultivo de plantas aromáticas, medicinales y especies mejorantes en las superficies colindantes de las parcelas de pastoreo tanto sobre la biodiversidad natural como sobre la propia actividad productiva, mediante su traslado a la mejora de la salud del ganado y a la calidad del producto final.

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